La UNESCO fortalece la resistencia a incendios en el Pantanal y el Cerrado con el apoyo de las comunidades locales
La iniciativa busca proteger las zonas reconocidas como Patrimonio Natural de la Humanidad y Reservas de la Biosfera a través del Fondo de Emergencia del Patrimonio (FEP).
La UNESCO está redoblando sus esfuerzos en Brasil para proteger las zonas reconocidas como Patrimonio Natural de la Humanidad y Reservas de la Biosfera en respuesta al aumento de los incendios forestales extremos provocados por el cambio climático. A través del Fondo de Emergencia del Patrimonio (FEP), la organización lidera una iniciativa estratégica para reforzar la resistencia al fuego en el Pantanal de Mato Grosso y en Goiás.
A través de este proyecto se formó a un total de 60 voluntarios: 30 en el Parque Nacional del Pantanal Matogrossense (MT), 15 en el Parque Nacional de Chapada dos Veadeiros (GO) y 15 en el Parque Nacional de Emas (GO). Se distribuyeron unos 800 equipos, entre herramientas de lucha contra incendios y equipos de protección individual (EPI). Además, se está elaborando un plan de acción para orientar a los bomberos voluntarios, basado en la Gestión Integrada de Incendios (GII) y en la Guía de Gestión del Riesgo de Incendios de la UNESCO.
“El proyecto financiado por el Fondo de Emergencia del Patrimonio hace una contribución significativa a las comunidades locales al reconocer y fortalecer su papel vital en la prevención y control de incendios”
Iniciativa interinstitucional en el Pantanal
Del 22 al 25 de abril de 2025, la Serra do Amolar - región remota y de difícil acceso entre Corumbá (MS) y Cáceres (MT), en la frontera con Bolivia - acogió una formación de brigadas comunitarias apoyada por el Fondo de Emergencia del Patrimonio de la UNESCO. La actividad tuvo lugar en el Parque Nacional del Pantanal Matogrossense, en colaboración con WWF-Brasil, GEF Terrestre (Funbio), Ibama (PrevFogo), Ecoa (Ecología y Acción) y la Marina brasileña.
Tres brigadas, formadas por 30 residentes del Pantanal -incluidas 14 mujeres- participaron en la formación. Durante tres intensos días de clases tanto técnicas como prácticas, los participantes aprendieron técnicas de prevención y control de incendios de la mano de especialistas.
Además de los métodos tradicionales -como el uso de herramientas específicas, el control de los frentes de fuego, la cartografía térmica y la vigilancia-, la formación incorporó prácticas agroforestales adaptadas al contexto del Pantanal. "Una innovación fue la gestión de las parcelas de roza y quema y de los huertos de traspatio. Estas zonas, además de ser vitales para la subsistencia local, sirven de corredores ecológicos que pueden proteger a la fauna durante los incendios", explica André Luiz Siqueira, Director de Ecoa.
Otra innovación fue la introducción de la herramienta Sigma, un software desarrollado por SOS Pantanal que envía alertas de incendios en tiempo real a los celulares. Utilizando imágenes de satélite y datos como la dirección del viento y la temperatura, la tecnología es accesible incluso a quienes tienen una educación formal limitada.
El apoyo de la Marina brasileña hizo posible la logística para participantes y especialistas, incluido el transporte en pequeñas embarcaciones, 950 litros de gasolina y 870 kilogramos de alimentos. El alojamiento corrió a cargo del personal del Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio).
Retos geográficos y climáticos en la lucha contra los incendios.
Corumbá, con más de 64.000 km², es el 11º municipio más grande de Brasil. El terreno accidentado de la Serra do Amolar y el acceso limitado por ríos o aire plantean retos logísticos para la lucha contra los incendios. La presencia de turba -materia orgánica acumulada en los humedales- crea una biomasa altamente inflamable durante la estación seca, lo que hace que los incendios sean frecuentes e intensos.
La región que abarca el Parque Nacional del Pantanal Matogrossense forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, junto con tres Reservas Privadas de Patrimonio Natural, y también está reconocida como Sitio Ramsar, una designación internacional para humedales de gran importancia ecológica.
"El Pantanal alberga una gran biodiversidad y es vital para la reproducción de los peces (ictiofauna). Esta región es esencial para los pueblos tradicionales, el turismo sostenible y la conservación de especies como el jaguar, la nutria gigante y el oso hormiguero gigante"
En 2024, el Pantanal vivió una de las peores temporadas de incendios forestales de las que se tiene constancia. Según el Laboratorio de Aplicaciones Ambientales por Satélite (Lasa/UFRJ), el fuego consumió cerca de 2,6 millones de hectáreas, el 17% del bioma. Esta fue la segunda cifra más alta desde que comenzó la serie histórica en 2012, superada sólo por la de 2020, cuando 3,6 millones de hectáreas fueron devastadas.
"El patrón de sequía ha cambiado. Aunque el cambio climático se está intensificando, los que combaten los incendios están ahora mejor organizados. Tenemos más brigadistas, recursos, apoyo de la Fuerza Nacional de Seguridad, de las Fuerzas Armadas y una respuesta estatal más estructurada", afirma Márcio Yule, coordinador de PrevFogo/Ibama en Mato Grosso do Sul.
La sequía extrema -agravada por el fenómeno de El Niño-, combinada con el uso inadecuado del fuego, las altas temperaturas y la baja humedad, ha aumentado la vulnerabilidad de la vegetación y ha afectado a la biodiversidad y a los medios de vida tradicionales de las comunidades.
“Soy brigadista desde 2001, y la formación nos ayuda de muchas maneras. Disponer del equipo adecuado, y no sólo de nuestras propias manos, marca la diferencia. Como pueblos tradicionales, tenemos conocimientos sobre la gestión de incendios y conocemos el terreno. Cuando llegan los bomberos, necesitan hablar con la comunidad para entender lo que está pasando aquí. Esta combinación de conocimientos, formación y equipos nos permite cuidar la tierra y el Pantanal”
Es una mujer quilombola e indígena del pueblo Guató, que vive en la comunidad de Barra de São Lourenço - a orillas del río Cuiabá, cerca del río Paraguay, en la frontera entre Mato Grosso do Sul y Mato Grosso, y la frontera con Bolivia.
A pesar del escenario climático cada vez más desafiante, la combinación de movilización comunitaria, conocimientos tradicionales y tecnología ha demostrado su eficacia para mitigar los daños. «La formación de brigadas civiles es más que un plan de respuesta a incendios: es una estrategia de adaptación territorial que apoya la autonomía y la resiliencia en el Pantanal», afirma Osvaldo Barassi Gajardo, Especialista en Conservación de WWF-Brasil.
Con cada nueva sesión de formación, se desarrolla algo más que habilidades: se construye una red de protección viva, donde la naturaleza, la ciencia y la comunidad caminan de la mano. Eliane, miembro de la brigada, tiene un sueño para el mayor humedal del mundo. "Cuidamos de la naturaleza y la naturaleza cuida de nosotros. Mi sueño es un Pantanal verde lleno de animales".
Rosi do Céu, con raíces en el Cerrado
Desde su infancia, Rosilene Rodrigues da Silva Santos, de 47 años, ha guiado a la gente a través de las bellezas y características únicas del bioma del Cerrado en Chapadão do Céu, Goiás, Brasil.
"Crecí en esta región. Cuando los visitantes venían a casa en busca de excursiones, mis padres me pedían que les enseñara los senderos, les explicara las rutas y les enseñara cómo llegar al Parque Nacional de Emas". Hoy, Rosi trabaja como guía en el parque durante los fines de semana y las vacaciones, es voluntaria como bombera y ha ejercido como maestra de primaria durante los últimos 28 años. Actualmente, da clases de primer curso en una escuela municipal de Chapadão do Céu de lunes a viernes.
En 2010, un incendio forestal masivo devastó aproximadamente el 90% de las 132,000 hectáreas del Parque Nacional de Emas y la región circundante. “Esa fue la primera vez que hice trabajo voluntario. El fuego duró varios días y toda la comunidad ayudó. Llevábamos ropa, suministros y comida para quienes luchaban contra las llamas. Fue mi primera experiencia con el fuego”.
En su opinión, “la naturaleza todavía no se ha recuperado por completo” de ese incendio. “No regresaron todos los animales, ahora hay muchos menos. Pero el Cerrado es vida. Se regenera. Los árboles son retorcidos, con cortezas gruesas y raíces profundas. Es intencional. Cuando llega el fuego, no consume el suelo del bosque. El Cerrado sobrevive, es resistente”, explica.
En abril, Rosi participó en un entrenamiento para brigadistas contra incendios coordinado por la UNESCO, con el apoyo del Fondo de Emergencia para el Patrimonio (HEF) y WWF-Brasil. Las capacitaciones se realizaron en tres lugares: el Parque Nacional Chapada dos Veadeiros (GO), el Parque Nacional de Emas (GO) y el Parque Nacional del Pantanal Matogrossense (MT), abordando los esfuerzos de conservación en los biomas del Cerrado y el Pantanal.
“El entrenamiento fue excelente. Ahora estamos mejor preparados para manejar el parque durante la estación seca, siguiendo el plan de manejo. Y si surgen emergencias, sabemos cómo combatir los incendios de manera estratégica, segura y efectiva”
Pero si le preguntas a Rosi do Céu (Rosi del Cielo) qué es lo que más ama, la respuesta es la naturaleza y la vida silvestre. “Algunas personas admiran a los famosos. Yo admiro a quienes aman la naturaleza. Amo el monte y cuido de los animales”.
Rosi también elabora artesanías con bambú y madera, y rescata serpientes y animales silvestres cuando es necesario. “Solo mándenme un mensaje por WhatsApp. Si hay una zarigüeya o cualquier criatura, la gente dice: ‘Llama a Rosi, ella se encargará’”. En 2018, rescató un tapir y la nombró Preciosa. “Cada vez que voy al Parque Nacional de Emas, cerca de donde se queda, la llamo por su nombre, ella viene y come de mi mano. Es un amor”, dice esta brigadista, guía, profesora, artesana y cuidadora de animales.
Eliane: sabiduría ancestral
Eliane Aires de Souza, de 58 años, lleva en sus ojos y en sus manos la sabiduría nacida de una profunda interacción con la naturaleza y el conocimiento ancestral. Nativa del Pantanal, vive en la comunidad de Barra de São Lourenço (MT), moldeada por las aguas y la vida vibrante que la rodea. Es una mujer indígena del pueblo Guató, con ascendencia quilombola, y trabaja la tierra con conocimiento y cuidado como practicante de agroforestería. Desde 2001, se desempeña como bombera civil, enfrentando los incendios forestales que cada año amenazan cada vez más al Pantanal.
“Este es nuestro modo de vida. El Pantanal es nuestro hogar. Tener capacitación y equipo adecuados nos ayuda a cuidarlo y proteger nuestra casa común”
Eliane es madre, abuela y presidenta de la Asociación de Mujeres Renascer, creada para fortalecer los sueños y la autonomía de las mujeres de su comunidad. En sus palabras, destaca los desafíos diarios de mantener viva la cultura y conservar el vínculo con la tierra. “Aquí vivimos de la pesca, el cebo y la artesanía”.
Eliane siente los efectos del cambio climático y el abandono de los ríos. Habla con tristeza del Río Velho, que ya no fluye como antes. “Es como una vena obstruida en el cuerpo. Si no cuidamos del río, todo el cuerpo se enferma”. Para ella, proteger la naturaleza es protegerse a sí misma, a su familia, a su comunidad y al futuro. “Ese árbol que está detrás de ti es como una vena, da vida a otras vidas”.
En su vida cotidiana, Eliane cultiva un sistema agroforestal en casa. Cuida y protege la tierra. “Eso es la agroforestería: la cuidamos, y ella nos cuida a nosotros”. Apoyada en la sabiduría ancestral, explica la importancia de nutrir el suelo, conservar la humedad y asegurar sombra, vida y alimento. Cultiva plátanos, yuca, limones y naranjas, y sueña con más. Imagina un vivero de plántulas y un corredor verde que reconecte áreas fragmentadas del bosque, proporcionando alimento a los animales y nutriendo la esperanza.
“Si continuamos esperando, el suelo morirá. Y con él, nuestro modo de vida”. Se niega a depender de la ciudad para cubrir necesidades básicas. “Es el sueño lo que nos mantiene en pie”.
Y quizás sea esa fuerza persistente de soñar, esa forma de resistir con las manos en la tierra, el cuerpo en la canoa y el alma en la artesanía, lo que mantiene vivo al Pantanal. Mientras existan Elianes y Rosis, habrá esperanza de renacer.
Sobre el Fondo de Emergencia para el Patrimonio de la UNESCO
Esta actividad contó con el apoyo del Fondo de Emergencia para el Patrimonio de la UNESCO (HEF).Expresamos nuestro agradecimiento a sus donantes: el Principado de Andorra, el Fondo de Desarrollo de Catar, Canadá, la República Eslovaca, la República de Estonia, la República Francesa, la República de Lituania, el Gran Ducado de Luxemburgo, el Principado de Mónaco, el Reino de Noruega, el Reino de los Países Bajos, la República de Polonia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la República de Serbia y ANA Holdings INC.